ELEVACIÓN DE LA VIBRACIÓN DE LA COMIDA
He aquí la primera lección de elevación del campo de vibración:
Toma un alimento, por ejemplo una manzana y pártela en dos, al medio e intenciona primero el agradecimiento genuino a la posibilidad que este alimento te dará. Agradecimiento y conexión genuina con todas las bondades que este universo te ha dado. Luego toma una mitad de esa manzana e ingiérela manifestando en voz alta el deseo de ingestión con el campo de vibración alto.
Toma la otra mitad de la manzana e intenciona niveles nutricionales de potencia baja sublimándose en energía armonizadora de alta vibración.
Estarás entonces intencionando por un lado energía de vibración de alta potencia en forma de nutriente físico que es el alimento, y por el otro, la transmutación biológica y química de la energía de potencia y vibración baja en alta.
De esta manera tu cuerpo no sólo ingerirá un alimento nutricional intencionando energía para tu cuerpo, energía para ti misma, sino también la transmutación de esa energía en energía vital para el movimiento y la expansión universal.
Recuerda: conectar con la energía vital del agradecimiento, dividir el alimento en dos, una con intención de energía propia y otra con la transmutación de esa energía en energía de combustible universal.
De esta manera el alimento que ingieras constituirá y restituirá tu energía vital y tu conexión directa con el sentido último de la vida misma.
Disfruta con el alimento, tómate tu tiempo para saborear cuando el alimento es grato a tu paladar. Tómate el tiempo de masticar y siempre que puedas, intenciona la transmutación de esa energía a tu energía vital y luego a la energía vital universal. Pues difícil es intencionar que la comida que ingieres transmute en energía vital para ti y en energía para el universo si mientras comes estás prestando atención a otras cosas.
Este es el primero de muchos ejercicios para comenzar la transmutación de vibración.
ELEVACIÓN DE LA VIBRACIÓN A TRAVES DE LA RESPIRACIÓN
Otra forma para canalizar energías de alta vibración o para elevar el nivel de vibración de ciertas circunstancias o momentos.
Por la mañana
Al despertar, lo primero que has de hacer es agradecer al nuevo día. Agradecer la vida que te ha tocado e inhalar y exhalar profundamente 3 veces.
Con cada inhalación recordarás y tomarás consciencia de lo bello de la vida y con cada exhalación relajarás los músculos y exhalarás cualquier atisbo de pensamiento negativo.
Inhalas agradecimiento, inhalas vida, inhalas consciencia de lo perfecto de ese momento y exhalas pensamientos negativos o cualquier otra sensación de molestia pasada o por venir.
Una vez hechas las 3 respiraciones, relajas los músculos de tu rostro y sonríes conectándote con la belleza de la vida.
Ese pequeño ritual, por simple que parezca, canaliza las vibraciones de manera elevada y facilita la consecución del resto del día de manera más alineada, con la posibilidad de tener frutos gratos en las actividades cotidianas. Es una manera de comenzar el día “con el pie derecho”.
Las inhalaciones llenas de bendiciones, llenas de vida, de agradecimiento y de consciencia de la belleza y la perfección del momento, elevan la vibración de tu energía contagiando a todo lo que te rodea y en esa onda expansiva la alta vibración facilitará la alineación y consecución de las cosas por venir en el día.
Por la noche
De la misma manera al momento de irte a dormir, ya con las luces apagadas y la intención de conciliar el sueño, inhalarás profundamente con intención de llenar tus pulmones de vida, de llenar los pulmones con la gracia de todo lo que te ha sido concedido, con el agradecimiento de cada cosa que te ha sucedido sin juzgarla como buena ni como mala, sino más bien como necesaria.
Y en cada exhalación, exhalar tensiones, sensaciones incómodas, pensamientos malignos u oscuros o pensamientos poco provechosos. Con cada exhalación removerás de tu cuerpo energías bajas o emociones negativas para transmutarlas en polvo de la nada misma.
Inhalarás aceptación y exhalarás odio reprimido. Inhalarás belleza y recuerdos alegres y exhalarás cansancio y hastío.
Recuerda aflojar los músculos de tu cuerpo con cada exhalación, tomando cada exhalación como liberación.
Cuando hayas hecho las 3 respiraciones y tu cuerpo se encuentre relajado y tu mente y tu alma conectadas y vibrando alto, vibrando en el agradecimiento y en la aceptación, entonces ahí sonreirás y te dejarás llevar por el sueño.
Si el exceso de cansancio mental o stress te impide conciliar fácilmente el sueño, vuelve a hacer las 3 respiraciones una vez más siempre intencionando, con cada inhalación, agradecimiento, aceptación, honestidad, consciencia del momento presente, consciencia de la belleza de lo que la vida te ha otorgado y tiene para ti. Exhala intencionando la relajación y el dejar fluir la energía para que permitas el descanso de tu cuerpo y de tu mente. Exhala agitando la bandera de la paz, como en un ritual en el que pides una tregua a tu cerebro para poder descansar. Exhala sabiendo que el día ha concluido y que es hora de descansar, dejando atrás todos esos pensamientos corruptos que te impiden el disfrute de la relajación y el sueño. Flamea la bandera de la paz y date tregua. Y sonríe.
ELERCICIOS BÁSICOS DIARIOS
El agua es parte fundamental de tu cuerpo y es el elemento de mayor abundancia en la tierra. La conexión con el agua es inherente a todos los seres humanos. El agua no es sólo vital para la salud y la supervivencia, sino que también es un miembro importante al momento de la limpieza y la purificación no sólo del cuerpo sino también del alma.
Aquí el ejercicio es simple: darse baños con intención de limpieza y purificación, sabiendo que el agua entra en el cuerpo a nivel molecular y barre con los restos de energías de bajas vibraciones, energías oscuras que han quedado pegadas en los campos energéticos. El agua barre a nivel microscópico grandes cantidades de residuos que, de otra manera, penetrarían en el cuerpo facilitando la baja de vibración y dificultando o impidiendo niveles de vibración altos. Así pues, el contacto con el agua es imprescindible.
Este pequeño ejercicio incrementa con alevosía los niveles energéticos de vibración. Incluso si el baño no es a diario, sí es importante que cada vez que éste ocurra se haga, al menos por un instante, con la intención de purificación de los campos energéticos que rodean al cuerpo físico.
Si cuando caminas prestas atención a los pasos que das, a los movimientos de tu cuerpo, a la postura de tu espalda, de tu cuello, aunque sea por unos instantes, esos instantes de foco alivian el stress y ayudan a traer hacia ti la energía dispersada.
Si todos los días logras por varios instantes reenfocar, recanalizar la energía dispersa, entonces con el tiempo esa energía normalmente dispersa se reeduca y comienza a trabajar de una manera más refinada, en forma más automática.
Los ejercicios tienen siempre que ver con tomarse un tiempo, con parar, con estar presentes, con intencionar.
Esos instantes en que te detienes y prestas atención, ayudan a canalizar la energía, a focalizarla de manera más abrupta, más particular, en cuanto a que se concentra en un sólo punto en vez de estar dispersa, como suele estar dispersa la atención. Entonces al focalizar el pensamiento en intención, en el disfrute, en el comer o en la purificación a través de un baño, esa focalización acomoda la energía dispersa transformándola en un rayo mucho más directo y de mayor elevación de vibración y de potencia.
Tómate varios momentos al día. Utiliza tus rutinas diarias como las comidas o los descansos, para enfocar en lo que estás haciendo con la consciencia de hacerlo con intención. Además de enfocar las energías, notarás un aumento en la calma, un aumento en la paz, en la aceptación. Notarás también cómo las peleas internas o los demonios de tu cerebro se tranquilizan, pues la mayoría de los caos producidos en tu cerebro no son otra cosa que energía dispersa, energía rebotando adentro de tu cerebro y alrededor de tu cuerpo generando pensamientos caóticos, de peleas o violencia, pensamientos de baja vibración.
Cuando empiezas a entrenar tu cuerpo en ordenar la energía, en canalizarla, esos pensamientos caóticos naturalmente comienzan a desvanecerse y de esa manera la calma comienza a reinar y las peleas internas, a desaparecer.
Intenta todos los días algún tipo de rutina que te permita estar en el aquí y el ahora contemplando, intencionando, disfrutando lo que sea que estés haciendo, siendo consciente de lo que está ocurriendo. Intenta abandonar el piloto automático, intenta abandonar la multiplicidad de tareas al mismo momento. Cuando estés haciendo el desayuno, haz el desayuno. Luego siéntate y disfruta de tu desayuno. Y cuando hayas terminado, dedícate a las tareas del día. Verás cómo todo cambia, cómo el tiempo comienza a ceder y cómo el tiempo sí alcanza y tu vida comienza a ser más productiva. Te darás cuenta de que comenzarás a hacer sólo lo que es necesario pues lo harás a consciencia, en equilibrio. El disfrute de cada cosa que hagas también comenzará a aumentar. El disfrute, el regocijo y la alegría, son también parte de las emociones fundamentales que generan alta vibración que entra directo en el canal principal de movimiento del universo.